El primer Domingo de Mayo, un mes primaveral, donde la flores comienzan a llenar de color el paisaje y las temperaturas suelen ser más agradables, celebramos el Día de la Madre.
Pero esto no siempre ha sido así, tiene su origen en la antigua Grecia donde rendían honores a Rhea, la madre de Zeus, Poseidón y Hades. Esta fiesta pagana, siguió en la época romana celebrándose el 15 de marzo y durante tres días, se realizaban ofrendas. Con la llegada del cristianismo, estas celebraciones pasaron a honrar a la Virgen María, la madre de Jesús festejándose el 08 de Diciembre, día de la Inmaculada Concepción.
Pero fue ya en 1965 y con un origen anglosajón, cuando se comenzó a celebrar en distintas fechas, en España, el primer Domingo de Mayo, no es casualidad, es que Mayo es el quinto mes del año y es el mes de María, la representación cristiana de la maternidad.
Sea como fuese, el amor de una madre es incondicional y aunque sólo se celebre una vez al año, acordémonos de los otros 364 días restantes, decirles a nuestras madres lo muchísimo que las queremos.